Veo imágenes en mi mente cuando hace esto. Pienso en Jarred en su estudio, rodeado de esculturas en progreso, rodeado de piedra, de arcilla húmeda. Pienso en él con sus abundantes aparejos y herramientas interesantes, rascando suavemente en la superficie. Entonces cavar un poco más profundo. Haciendo una marca. No es lo mismo ser de aquí que de allí. No es exactamente lo mismo haberse criado en un entorno represivo que en uno liberal. No es exactamente lo mismo ser del F.C. Barcelona que del la capital de España ni votar al PP que hacerlo a Podemos. Hay fronteras que apartan a unas personas de otras y una de las más infranqueables es la de haber nacido bajo un determinado signo del zodíaco. El Leo es Leo y el Sagitario, Sagitario. Y no hay vuelta de hoja. Eso determina, según aseveran los apasionados del zodiaco, nuestro modo de ver la vida, nuestra manera de sentir y nuestra forma de ser. Los clímax internos se consiguen mediante exactamente la misma estimulación que los orgasmos externos, pero en este cado viajan por la parte interior del cuerpo. No hay contracciones ni sensaciones exteriores. Como ocurre con el clímax externo, la sensación es semejante a caer de un precipicio, dejarse ir totalmente. Pero aquí no hay ninguna experiencia externa, y en lugar de sensaciones de placer físico, lo que hay es silencio. Las endorfinas son unas sustancias (científicamente son catalogadas como péptidos opioides endógenos) que produce nuestro cuerpo de forma natural y que poseen la finalidad primordial de atenuar el dolor y, con ello, de crear una sensación de bienestar aproximadamente marcada. Las endorfinas, así, vendrían a ser una especie de opiáceos naturales que provocarían, entre otros muchos, los siguientes efectos.
Dominar los secretos del sexo no es solo aprender a supervisar la eyaculación
Tienes razón, Debbie. Me disculpo nuevamente. La próxima vez usaré mi suspensorio que lo mantendrá bajo control. Quizá deberíamos dejarlo por el día de hoy. Si me traes el hielo, me lo pondré por unos minutos. Espero el encuentro oportuno de verte con tu ropa de color blanca, escogida para manifestar, quizá, lo que esperas hallar de la vida. Pruebas una vez y otra la forma de combinar cielo y tierra, para compartir tu armonía. Creas un espacio de sintonía, encaminando con tu música un allegro a mis sentidos, como la vida ha llegado a mí, desprovista para miradas que no contaban que eras la mejor vestida, con la capacidad de sentir amor por la madre que te acogía, besando gratamente tu nuevo cuerpo con exactamente los mismos besos con los que has sido concebida. Viste siempre y en toda circunstancia desprovista, por favor; viste de besos tu vida, con tu permiso, todos y cada uno de los que te daría. A la vida le chifla obligarnos a elegir y a renunciar. En ocasiones se impone y no te deja opción, elige por ti y no te queda más antídoto que acatar, te guste o bien no te guste. Otras veces, la vida te presenta el muestrario de alternativas y deja la elección y el camino en tus manos; entonces, puedes hacerte el distraído, mirar para otro lado ¡y ver si puedes quedarte con todo! ¿Por qué razón no? Este es el caso de los corruptos y de los infieles impenitentes.
Me considero una prostituta muy femenina, y sensual
Tengo una hermosa experiencia que compartir: una mañana, cuando estábamos haciendo el amor y estábamos juntos, sentí como si mi pene estuviera rodeado de miel líquida y cálida. la vagina de mi esposa era suave y receptivo, estaba muy presente y se centró, y un espacio común formado entre nosotros, un espacio de curación en la que mi masculinidad encontré con la feminidad de mi amada. Energéticamente solo existía este único espacio, dentro del cual podríamos amarnos en conjunto libertad. Después de un tiempo cambiamos de posición, y mi esposa de pronto se excitó y tuvo un clímax. Tras eso, su vagina se sentía tensa y apretada, y el espacio entre nosotros había desaparecido. Así pues, adecentar el corazón es una tarea que comienza cuando se adquiere la verdadera conciencia. Por norma general, podemos fijar una primera etapa que se comienza en la niñez, sobre los diez años, y una segunda que se inicia en la edad adulta, sobre los veinte años. En la primera etapa se toma conciencia del bien y el mal y se advierten las injusticias y los abusos. La segunda etapa corresponde con el ser adulto, que es el que se integra y también impulsa la sociedad, con lo que, inevitablemente, debe poner en práctica los valores adquiridos en la etapa precedente.
El hombre dictador y guerrero siempre y en todo momento se ha engañado. Ha pensado que la tiene a sus pies y que ha conseguido forzarla a vivir con él bajo sus condiciones estúpidas. Mas ahora el esclavizador dictador machista termina siendo un esclavo del irresistible femenino, un hombre absurdo de virilidad presuntuosa, mas de impotencia vergonzosa. Que el hombre o la mujer que participan en esta fantasía erótica (o bien los dos a la vez) puedan ser un personaje religioso añade a exactamente la misma un toque en especial provocativo. El Marqués de Sade lo sabía bien. Por eso no vacilaba en incluir a monjes rijosos y desatadamente lúbricos en sus delirantes escenas que servían para que el libérrimo Sade expusiera sus creencias destructoras sobre la moral y la religión. No es preciso que describamos ninguna de esas escenas. Eso sí: aconsejamos encarecidamente que todos y cada uno de los amantes del Eros y la sexualidad asistan algunas veces a las páginas escritas por el controvertido marqués en alguna de sus obras para localizar no solo un buen camino para conseguir una más que segura excitación, sino más bien también para incorporar ciertas ideas al catálogo de fantasías de cada quien.
En forma de v con el vértice hacia el borde de inserción
Si tienes la suerte de tener un pequeño espacio de tierra, un balcón, o bien una azotea, puedes cultivar en casa tus plantas. Puedes crear tu huerto y nutrir la tierra con rocas ricas de minerales. También se los conoce como sueños húmedos y son una fuente de vergüenza para ciertos y la ira de los demás; verdaderamente no necesita preocuparse porque es un proceso natural del cuerpo humano que no designa la inadecuación, física o bien mental. Me dolía mucho al terminar nuestra relación pero al final me di cuenta de que era lo mejor para cada uno de ellos de nosotros. Dije que quizás encontrase alguien que le podrá complacer en la comida. Yo se muy bien que no hay nadie perfecto, desea decir, no siempre y en todo momento vas a localizar a alguien que te puede complacer en todo cuanto te gusta pero lo peor es estar con alguien y jamás se pueden poner conforme en algo uno con otro. Son por estos motivos, siempre aconsejo a mis amigos, es mejor tratar de conocer bien a la persona de la cual están enamorado para poder saber si tienen algo en común ya antes de juntarse con ella. No es bueno casarse primero para poder conocerse bien después, ya que muchos lo han hecho de este modo y al final terminan de la peor manera.
Ahora, te sugiero que hagas algo diferente: Endereza la espalda, echa los hombros cara atrás y súbelos, sume el estómago, infla el pecho, sube la cabeza y mira hacia el frente: ¿Te sientes poderoso?, ¡indudablemente esta nueva situación te hizo sentir más fuerte y seguro de ti! Hubo un instante en que me desmotive, como un retroceso… no sé, perdí las ganas de continuar, sentí que estaba batallando contra la corriente, que batallaba solo, que solo se limitaba a aprobar o no… que me olvidaba de mí, que ya no me estaba respetando. Esto no quiere decir que no podemos tomar medidas para hacernos más sabios sobre el sexo. Simplemente debemos percatarnos de que nunca superaremos por completo las contrariedades que nos presenta. Nuestra mejor esperanza habría de ser un alojamiento respetuoso con un poder anárquico e irresponsable. El masoquismo es un tópico con el que frecuentemente me encuentro y me confronto, y hasta diría, a veces me (a)trastorno, en la clínica analítica, cuando en la singularidad de cada análisis, la transferencia pone en acto la realidad sexual del inconsciente. El masoquismo, y su contra el sadismo, acostumbran a ser un escenario de encrucijada a transitar, en el juego transferencial, singularmente, en el pasaje de un tiempo a otro de la cura. Digo entonces, que sitúo mis interrogantes respecto a este tema, ligados a los impasses, y todavía, a las interrupciones de la marcha de los análisis. Y digo más, si afirmo que creo que es, en el tiempo final de un análisis, donde la posición masoquista del analizante, alcanza su dimensión plena de obstáculo excelente. Desde otro lado, la problemática del masoquismo, ha trascendido el ámbito de aquellos que nos implicamos en la interrogación del inconsciente.
Veo imágenes en mi mente cuando hace esto. Pienso en Jarred en su estudio, rodeado de esculturas en progreso, rodeado de piedra, de arcilla húmeda. Pienso en él con sus abundantes aparejos y herramientas interesantes, rascando suavemente en la superficie. Entonces cavar un poco más profundo. Haciendo una marca. No es lo mismo ser de aquí que de allí. No es exactamente lo mismo haberse criado en un entorno represivo que en uno liberal. No es exactamente lo mismo ser del F.C. Barcelona que del la capital de España ni votar al PP que hacerlo a Podemos. Hay fronteras que apartan a unas personas de otras y una de las más infranqueables es la de haber nacido bajo un determinado signo del zodíaco. El Leo es Leo y el Sagitario, Sagitario. Y no hay vuelta de hoja. Eso determina, según aseveran los apasionados del zodiaco, nuestro modo de ver la vida, nuestra manera de sentir y nuestra forma de ser. Los clímax internos se consiguen mediante exactamente la misma estimulación que los orgasmos externos, pero en este cado viajan por la parte interior del cuerpo. No hay contracciones ni sensaciones exteriores. Como ocurre con el clímax externo, la sensación es semejante a caer de un precipicio, dejarse ir totalmente. Pero aquí no hay ninguna experiencia externa, y en lugar de sensaciones de placer físico, lo que hay es silencio. Las endorfinas son unas sustancias (científicamente son catalogadas como péptidos opioides endógenos) que produce nuestro cuerpo de forma natural y que poseen la finalidad primordial de atenuar el dolor y, con ello, de crear una sensación de bienestar aproximadamente marcada. Las endorfinas, así, vendrían a ser una especie de opiáceos naturales que provocarían, entre otros muchos, los siguientes efectos.
Dominar los secretos del sexo no es solo aprender a supervisar la eyaculación
Tienes razón, Debbie. Me disculpo nuevamente. La próxima vez usaré mi suspensorio que lo mantendrá bajo control. Quizá deberíamos dejarlo por el día de hoy. Si me traes el hielo, me lo pondré por unos minutos. Espero el encuentro oportuno de verte con tu ropa de color blanca, escogida para manifestar, quizá, lo que esperas hallar de la vida. Pruebas una vez y otra la forma de combinar cielo y tierra, para compartir tu armonía. Creas un espacio de sintonía, encaminando con tu música un allegro a mis sentidos, como la vida ha llegado a mí, desprovista para miradas que no contaban que eras la mejor vestida, con la capacidad de sentir amor por la madre que te acogía, besando gratamente tu nuevo cuerpo con exactamente los mismos besos con los que has sido concebida. Viste siempre y en toda circunstancia desprovista, por favor; viste de besos tu vida, con tu permiso, todos y cada uno de los que te daría. A la vida le chifla obligarnos a elegir y a renunciar. En ocasiones se impone y no te deja opción, elige por ti y no te queda más antídoto que acatar, te guste o bien no te guste. Otras veces, la vida te presenta el muestrario de alternativas y deja la elección y el camino en tus manos; entonces, puedes hacerte el distraído, mirar para otro lado ¡y ver si puedes quedarte con todo! ¿Por qué razón no? Este es el caso de los corruptos y de los infieles impenitentes.
Me considero una prostituta muy femenina, y sensual
Tengo una hermosa experiencia que compartir: una mañana, cuando estábamos haciendo el amor y estábamos juntos, sentí como si mi pene estuviera rodeado de miel líquida y cálida. la vagina de mi esposa era suave y receptivo, estaba muy presente y se centró, y un espacio común formado entre nosotros, un espacio de curación en la que mi masculinidad encontré con la feminidad de mi amada. Energéticamente solo existía este único espacio, dentro del cual podríamos amarnos en conjunto libertad. Después de un tiempo cambiamos de posición, y mi esposa de pronto se excitó y tuvo un clímax. Tras eso, su vagina se sentía tensa y apretada, y el espacio entre nosotros había desaparecido. Así pues, adecentar el corazón es una tarea que comienza cuando se adquiere la verdadera conciencia. Por norma general, podemos fijar una primera etapa que se comienza en la niñez, sobre los diez años, y una segunda que se inicia en la edad adulta, sobre los veinte años. En la primera etapa se toma conciencia del bien y el mal y se advierten las injusticias y los abusos. La segunda etapa corresponde con el ser adulto, que es el que se integra y también impulsa la sociedad, con lo que, inevitablemente, debe poner en práctica los valores adquiridos en la etapa precedente.
El hombre dictador y guerrero siempre y en todo momento se ha engañado. Ha pensado que la tiene a sus pies y que ha conseguido forzarla a vivir con él bajo sus condiciones estúpidas. Mas ahora el esclavizador dictador machista termina siendo un esclavo del irresistible femenino, un hombre absurdo de virilidad presuntuosa, mas de impotencia vergonzosa. Que el hombre o la mujer que participan en esta fantasía erótica (o bien los dos a la vez) puedan ser un personaje religioso añade a exactamente la misma un toque en especial provocativo. El Marqués de Sade lo sabía bien. Por eso no vacilaba en incluir a monjes rijosos y desatadamente lúbricos en sus delirantes escenas que servían para que el libérrimo Sade expusiera sus creencias destructoras sobre la moral y la religión. No es preciso que describamos ninguna de esas escenas. Eso sí: aconsejamos encarecidamente que todos y cada uno de los amantes del Eros y la sexualidad asistan algunas veces a las páginas escritas por el controvertido marqués en alguna de sus obras para localizar no solo un buen camino para conseguir una más que segura excitación, sino más bien también para incorporar ciertas ideas al catálogo de fantasías de cada quien.
En forma de v con el vértice hacia el borde de inserción
Si tienes la suerte de tener un pequeño espacio de tierra, un balcón, o bien una azotea, puedes cultivar en casa tus plantas. Puedes crear tu huerto y nutrir la tierra con rocas ricas de minerales. También se los conoce como sueños húmedos y son una fuente de vergüenza para ciertos y la ira de los demás; verdaderamente no necesita preocuparse porque es un proceso natural del cuerpo humano que no designa la inadecuación, física o bien mental. Me dolía mucho al terminar nuestra relación pero al final me di cuenta de que era lo mejor para cada uno de ellos de nosotros. Dije que quizás encontrase alguien que le podrá complacer en la comida. Yo se muy bien que no hay nadie perfecto, desea decir, no siempre y en todo momento vas a localizar a alguien que te puede complacer en todo cuanto te gusta pero lo peor es estar con alguien y jamás se pueden poner conforme en algo uno con otro. Son por estos motivos, siempre aconsejo a mis amigos, es mejor tratar de conocer bien a la persona de la cual están enamorado para poder saber si tienen algo en común ya antes de juntarse con ella. No es bueno casarse primero para poder conocerse bien después, ya que muchos lo han hecho de este modo y al final terminan de la peor manera.
Ahora, te sugiero que hagas algo diferente: Endereza la espalda, echa los hombros cara atrás y súbelos, sume el estómago, infla el pecho, sube la cabeza y mira hacia el frente: ¿Te sientes poderoso?, ¡indudablemente esta nueva situación te hizo sentir más fuerte y seguro de ti! Hubo un instante en que me desmotive, como un retroceso… no sé, perdí las ganas de continuar, sentí que estaba batallando contra la corriente, que batallaba solo, que solo se limitaba a aprobar o no… que me olvidaba de mí, que ya no me estaba respetando. Esto no quiere decir que no podemos tomar medidas para hacernos más sabios sobre el sexo. Simplemente debemos percatarnos de que nunca superaremos por completo las contrariedades que nos presenta. Nuestra mejor esperanza habría de ser un alojamiento respetuoso con un poder anárquico e irresponsable. El masoquismo es un tópico con el que frecuentemente me encuentro y me confronto, y hasta diría, a veces me (a)trastorno, en la clínica analítica, cuando en la singularidad de cada análisis, la transferencia pone en acto la realidad sexual del inconsciente. El masoquismo, y su contra el sadismo, acostumbran a ser un escenario de encrucijada a transitar, en el juego transferencial, singularmente, en el pasaje de un tiempo a otro de la cura. Digo entonces, que sitúo mis interrogantes respecto a este tema, ligados a los impasses, y todavía, a las interrupciones de la marcha de los análisis. Y digo más, si afirmo que creo que es, en el tiempo final de un análisis, donde la posición masoquista del analizante, alcanza su dimensión plena de obstáculo excelente. Desde otro lado, la problemática del masoquismo, ha trascendido el ámbito de aquellos que nos implicamos en la interrogación del inconsciente.