Recorrer a mi gusto sus espléndidas formas
Si desea llevar este ejercicio incluso más lejos, pruebe a llamar la atención de alguien sin emplear palabra ni ademán alguno, tan sólo con el poder de sus ojos. Si está en un restaurant, llame al camarero o bien la mesera solo con su mirada. Inténtelo y se sorprenderá.