La primera de ellas, obvia, es utilizando la lengua y la boca para lamer o bien aspirar sobre el punto L
CUANDO una cortesana vive como esposa con su amante, debe comportarse como una mujer casta y hacer todo a su gusto. Su deber al respecto, para resumir, es que debería darle placer, pero no debería apegarse a él, aunque se comporte tal y como si verdaderamente estuviese apegada.