Sustituye su compañía

Cuando le diga que sí, permita que se vaya, corte el cable cuántico (el cordón AKA) que les ha mantenido unidos y sepárese asimismo del sitio. Si se está recuperando de una relación sentimental, entonces debe asimilar a la persona dentro de su psique y efectuar el Ho’oponopono tradicional.

Esperanza no me falta, amor, igual da

La experiencia nos ha enseñado que los inconvenientes se marchan superando mas que el camino es lo bastante largo para que siempre y en todo momento aparezcan considerablemente más y, en cada etapa que pasemos como pareja, tendremos que ir superándolos juntos.

Jovencita amante muy ardiente

Si en sus relaciones tiene la sensación de que da más de lo que recibe, si padece más de lo que disfruta, si está angustiada o bien deseosa, si sus penas de amor detienen su vida laboral o interrumpen su vida social, busque ayuda.

El placer compartido, la focalización sensorial

Sin embargo, el enamoramiento es un gran sin sentido emocional a corto plazo que hace que una persona tienda a ofuscarse con otra. Hay oleadas de pasión, pero son solo eso picos que no son sustentables y se constituyen, en su peor instante, en motivo de discusiones.

Tan agradable de percibir, tan bueno de dar

Carmen era una mujer volcada en el cuidado del hogar y efectuaba una jornada intensiva para contar con de más horas en casa. De recién casada se deshacía en tareas por gustar a Pedro, a su altruismo se le sumaba su amor a él, y más tarde, el amor de madre cuando se quedó embarazada.

Preparación del masaje

No des consejos, sólo sugiere, no te las sepas de todas, entiende a todos. Recuerda que la mujer más mala es buena en el fondo, si bien en ocasiones sus actitudes no son las que deseas, no le des mucha relevancia y prosigue hablándole. ¿Ok?

Puedes buscarla más o menos cara

Si no deseas que el BDSM se vuelva contra ti, si quieres gozarlo, que no te haga daño, saboréalo y deséalo, practícalo a pequeñas dosis y de vez en cuando intensamente, aunque sea de manera breve…

PADDLING: Azotes dados en el trasero por medio de paleta

De un empujón saqué al hombre babosa de la entrada del edificio y en un segundo de terror le di dos vueltas de llave a la puerta. Respiré. Al otro lado del vidrio el hombre babosa me acusaba de histérica. No. Una cosa es ser histérica y otra, muy diferente, es ser una ONG del sexo.