Hombres que hablan bien

La cultura judeocristiana siempre y en toda circunstancia ha considerado el sexo como un pecado (el pecado grave de la lascivia). Hay por esta razón, en el inconsciente de los individuos, eminentemente las mujeres, una barrera muy anclada, que no siempre y en todo momento es consciente.

Las semanas que preceden al parto

Además, al quedar encinta la mujer, los cambios físicos que se producen en su rogeste son expepcionales. Por servirnos de un ejemplo, se in­crementa la elaboración de estrógeno, rogesterone y otras hormonas mientras el cuerpo se ajusta para formar el embrión.

Transfórmate en uno de ellos

Al llegar al número 100 dejé de contar a los hombres seducidos por mí. Eso fue hace un buen número de años. Desde ese momento por la agenda de mi móvil ha pasado un número ignoto de amantes y enamorados de los dos sexos, igual o mayor que X.

Pero empecemos por el principio

¡Es que se me fue el amor, no lo amo, pues no estoy enamorado/a! Recuerdo cuando escuche esto en el consultorio, y me dio risa; el amor no se puede ir, el amor se puede transformar en otro tipo de amor, odio y hasta indiferencia, pero jamás y léase bien NUNCA, se puede ir.